Los colores del hidrógeno

01/04/2022

La electrificación es un paso esencial para alcanzar la transición energética y la generación de hidrógeno verde, una de las principales tecnologías que complementan y fortalecen este proceso de electrificación en aquellos procesos difícilmente electrificables.

La tendencia actual es la de generar energía más sostenible y el hidrógeno verde o renovable se ha convertido ya en un vector de futuro. En el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) llevamos más de 25 años profundizando en todas las posibilidades que ofrece el hidrógeno al ámbito energético y su posterior implantación en la industria y abarcando toda su cadena de valor, desde la generación al consumo, así como el análisis y desarrollo tecnológico del equipamiento relacionado con este vector energético, desde ITE gracias a los laboratorios y plantas pilotos y equipo de ingenieros impulsamos la implantación del H2 en la industria, la movilidad, los entornos portuarios, los sectores energéticamente intensivos. En este artículo os explicamos en qué consiste el hidrógeno verde, así como el resto de la “paleta cromática” que ofrece.

El hidrógeno verde es el producido directamente de la electrólisis del agua usando electricidad procedente de fuentes renovables como la fotovoltaica, la eólica o la hidroeléctrica. El hidrógeno producido a partir de residuos, si estos son biogénicos, también es hidrógeno verde, si la energía para producirlo, al igual que en el caso de la electrólisis, es renovable. El hidrógeno verde se considera que es el único que, a la larga, puede funcionar en una economía totalmente descarbonizada.

Tomando como referencia el hidrógeno verde y abriendo la gama cromática hacia abajo y de forma gradual surgen y existen otros “colores” del hidrogeno” menos sostenibles que pasamos a describir. Además, si el hidrógeno obtenido proviene de residuos no biodegradables, evitándoles un destino final con impactos medioambientales negativos, como su incineración o depósito en vertedero, se denomina hidrógeno naranja. Si se procede a capturar y almacenar el CO2 producido durante la síntesis del hidrógeno naranja, nos encontramos ante el hidrógeno ámbar.

De este modo, el hidrógeno procedente de residuos y que habitualmente es una mezcla de materiales Bio- No bio, dará como resultado un hidrógeno mixtoverde para lograr una economía descarbonizada, y ámbar para ayudar a alcanzar los objetivos de una economía circular, y más sostenible.

Totalmente opuestos a los colores “cálidos” del hidrógeno, encontramos los colores más “fríos” y menos sostenibles. Es el caso del hidrógeno gris es producido a partir del reformado de metano con vapor de agua a partir de gas natural. Este es el sistema de producción más utilizado actualmente y también genera emisiones de CO2. Si todas o gran parte de estas emisiones de CO2 se recogen con un sistema de captura y almacenamiento de carbono (Carbon capture, utilisation and storage, CCUS en inglés), entonces el hidrógeno generado se denomina hidrógeno azul. Este sistema de producción se considera de bajas emisiones, pero no completamente libre de ellas y se pretende que sea un sistema de transición para reducir emisiones.

Por último, el hidrógeno negro o marrón es producto de la gasificación del carbón y libera CO2 durante su producción.

Fuente: Técnicos ITE, memoria proyecto SIGEN2H2

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