La actividad turística es responsable de entre un 5%-8% de la huella de carbono mundial, lo que supone alrededor de 4,5 Millones de toneladas de CO2 anuales, la mayoría de ellas derivadas del transporte (60%). Esto ha llevado al desarrollo de diversos planes estratégicos internacionales dirigidos a conseguir un turismo más sostenible y de calidad, que incorporen sistemas de movilidad más eficientes y bajos en emisiones.
Es en este contexto donde nace el proyecto Electrotour, el cual pretende conseguir un cambio en los modelos de movilidad en las áreas turísticas sustituyendo los sistemas tradicionales, generalmente más contaminantes, fomentando el uso del vehículo eléctrico en distintos escenarios de uso: puntos de entrada de turistas (cruceros-puertos, aeropuertos, estaciones de tren), principales carreteras y áreas turísticas de interés.