22/06/2023
El proyecto del ITE RESAIN aborda retos en la red de alterna de baja tensión, ante la integración masiva de estaciones de recarga de VE y producción fotovoltaica.
La Transición Energética establece la reducción de emisiones de CO2, por ejemplo, en aspectos tan importantes como la producción de energía eléctrica renovable y la movilidad sostenible. En las redes del futuro, para generar, transportar y distribuir la energía serán fundamentales los sistemas electrónicos de potencia. Estos sistemas se están integrando en las redes de distribución eléctrica, tanto para consumir energía (carga de vehículos eléctricos), como para generación de energía (instalaciones fotovoltaicas). Sin embargo, un fallo de estos equipos puede provocar la caída del suministro eléctrico o el deterioro de la propia infraestructura.
En este contexto, el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) está trabajando en el proyecto RESAIN -financiado por el IVACE-, precisamente para evitar dichos posibles fallos, para lo cual es importante analizar estos sistemas con el fin de mejorar su eficiencia, fiabilidad y seguridad, prestando gran atención a la degradación de componentes, gestión térmica y su impacto en la red eléctrica. La integración masiva de estaciones de recarga para vehículos eléctricos y de generación fotovoltaica presentan algunos retos que cabe analizar para evitar fenómenos como la sobrecarga de la red o pérdida de calidad en el suministro. Para que esa integración sea más fiable y segura, unas de las soluciones tecnológicas pueden ser los convertidores con control de tensiones independientes en redes trifásicas o realizar una gestión activa de la demanda energética.
Como afirma el coordinador técnico de RESAIN, José Vicente Rocamonde: “Para que la integración de la electrónica de potencia en las redes de baja tensión sea eficaz es importante asegurar que su presencia en la red no produzca fallos en el suministro y permita aumentar su flexibilidad y capacidad de reacción ante fallos. Por este motivo no solo es importante asegurarse de que las protecciones ya existentes en la red actúan de forma coordinada con la electrónica de potencia, sino también que estos equipos no interfieren en las diversas tecnologías con las que coexisten”.
Las redes del futuro, también llamadas redes inteligentes, son una de las líneas estratégicas del ITE, Centro Tecnológico de referencia internacional, que lleva más de 30 años como referente del sector energético. Por tanto, la experiencia de ITE para solucionar los retos tecnológicos que aborda el proyecto RESAIN está claramente contrastada.
Si bien el objetivo central del proyecto es desarrollar herramientas para mejorar la fiabilidad y seguridad de la operación de sistemas electrónicos de potencia, así como favorecer su integración en la red de corriente alterna de baja tensión, RESAIN persigue otras metas. “También buscamos definir una metodología para evaluar la fiabilidad de los componentes electrónicos, caracterizar el efecto provocado de la integración de la electrónica de potencia en la seguridad y operación de la red de corriente alterna en baja tensión, mejorar la calidad de suministro de la red empleando convertidores electrónicos de potencia, desarrollar herramientas que permitan la interoperabilidad de dichos sistemas, y establecer umbrales de operación de las protecciones y los convertidores de potencia presentes en la red ante situaciones urgentes de la red”, finaliza Rocamonde.
El proyecto RESAIN con expediente IMAMCA/2023/9, con solicitud de cofinanciación por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) mediante convenio de I+D con la Generalitat Valenciana dentro de las ayudas dirigidas a centros tecnológicos de la Comunitat Valenciana.