Los nuevos retos para la adaptación al cambio climático tienen contemplan alcanzar la neutralidad energética para 2050. Por ello, los planes estratégicos nacionales manifiestan la necesidad de superar deficiencias en materia de eficiencia energética y de procesos en las plantas de tratamiento, energías renovables, emisiones GEI y subproductos para la mejora de los procesos con incidencia en los objetivos de energía y clima, y economía circular. En concreto, las Estaciones Depuradoras de Aguas tanto urbanas como industriales, grandes consumidoras de estos recursos, así como en gran medida responsables de la gestión hídrica en nuestro entorno han sido llamadas a liderar la transición energética con unos elevados estándares de exigencia, tal y como se refleja en la nueva Directiva de la Comisión, ahora en elaboración, respecto a la calidad de efluente. El mayor consumo energético asociado con cada vez peores rendimientos, la dificultad para encontrar soluciones que minimicen el consumo energético del sistema de automatización y la incertidumbre, debido a la dificultad de cuantificar el gasto energético de esa etapa hacen necesario abordar estas limitaciones con la ejecución del presente proyecto.