El uso de energías alternativas, como son la fabricación de carbón activo a partir de residuos forestales o lodos residuales, reduce los gases de efecto invernadero que produce, por ejemplo, la quema de bosques.
Aplicar un modelo de negocio que implique reutilizar y renovar productos ya existentes, promueve la optimización de recursos, el aprovechamiento de los residuos y la reducción del consumo excesivo de materias primas, las cuales se encuentran ocasionalmente en continente extraeuropeos.
En ITE mantenemos nuestro compromiso por la investigación y desarrollo de los objetivos sostenibles. La circularidad de la economía, la descarbonización y la disminución de residuos, así como la implantación de energías alternativas son algunas de nuestras bases por las cuales se desarrolló el laboratorio Circular Carbon.
Bajo estas premisas, ITE aplica los principios de la economía circular para optimizar los recursos mediante energías eficientes y limpias, así como para impulsar el tejido empresarial valenciano y mejorar su competitividad.
Circular Carbon, el cual está financiado por el Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (IVACE) de la Generalitat Valenciana, plantea un enfoque completamente distinto que permite estimular el crecimiento económico, reducción del exceso consumo de recursos y la creación de oportunidades de empleo sin comprometer al medio ambiente.
Gracias a la mayor innovación tecnológica, los laboratorios ITE realizan dos de los procesos relativos al diseño del piloto por los cuales se obtiene el carbón activado.
El carbón activo se emplea en cada vez más sectores, como es el médico, el farmacéutico, o en procesados de alimentos y bebidas. El problema reside en que es un producto de alto valor añadido debido a sus diversas funciones, pero su obtención es poco sostenible energética y medioambientalmente.
Para ello, se recurre a abundantes residuos de la Comunidad Valenciana y se emplean técnicas termoquímicas, así como la recuperación de bioaceites y biogases para posteriormente utilizarlo en recursos energéticos.
El almacenamiento de energía eléctrica es esencial para la transición energética y la descarbonización. Por ello, el objetivo de este laboratorio se centra en la fabricación de materiales y electrodos para baterías. Para ello, se ha diseñado e implementado la fabricación e integración de electrodos de celdas de baterías de nueva generación, mediante técnicas de serigrafía e impresión gracias al carbón sostenible. Está orientado a desarrollar procesos de los componentes de celdas y electrodos, aplicando un innovador enfoque de diseño para la investigación de la sostenibilidad.
Además, ITE y el instituto de tecnología cerámica, ponen en marcha el proceso que consiste en la utilización de procesos de tratamientos de aguas y emisiones de sectores relevantes de los carbones obtenidos.
Nos encargamos de la ejecución de un sistema digital de recogida, tratamiento y análisis de datos energéticos para evaluar el impacto de la huella energética. Esto se realiza con el fin de evaluar la situación que se encuentra el proyecto para poder garantizar que el carbón es energético, así como que su uso es medioambientalmente sostenible. El hecho de aplicar carbón activado a partir de biomasa a la fabricación de electrodos de baterías supone un gran avance para el medioambiente, así como la circularidad de la economía.