Amparo Marco es más que una trabajadora del Centro Tecnológico de la Energía (ITE), es historia viva de todo lo que ha acontecido en ITE en los últimos 30 años. Y dicho de paso, también es la naturalidad hecha persona: siempre sin rodeos. Amparo es como la vemos, sin trampa ni cartón.
En breve empezará su merecida jubilación y desde el ITE queremos dedicar este año el Día de la Mujer a su figura y a su trabajo. Os invitamos a saber un poco más de estos más de 30 años en la empresa.
-¿Desde qué año estás en ITE?
ITE se constituyó a finales de 1994 y yo entré justo en enero del 95. Primero trabajaba en el Politécnico, hasta que luego ya se constituyó el Instituto Tecnológico de la Energía como tal.
-¿Cómo fueron tus comienzos?
Mis inicios fueron en un despacho prestado del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la UPV, hasta que se formó el Instituto. En aquel momento hasta para hacer una fotocopia tenías que subir al quinto piso (literalmente). Y sin embargo ahora tenemos unas instalaciones muy modernas. Quién me iba a decir que me jubilaría en la misma empresa que ahora dispone de dos edificios en el Parque Tecnológico, instalaciones de laboratorios en UPV y en Fuente del Jarro. ITE ha cambiado mucho, sólo hay que ver la cantidad de asociados que tenemos y las actividades que se realizan de todo tipo.
-¿Cómo han sido estos años?
Por las fechas que he comentado, llevo 30 años en la empresa, son muchos años y da para mucho, bueno, malo y regular. Hasta que una empresa se estabiliza hay un periodo de transición y yo, por supuesto, también tuve un periodo de estabilización. Siempre hay que quedarse con lo positivo, de todo se aprende, pero si hay una cosa que destaco en todos estos años, es el compañerismo de la gente que ha pasado por la empresa y los que siguen en ella.
-¿Cómo te has ido adaptando a los cambios tecnológicos durante estos 30 años?
La verdad es que han sido cambios tecnológicos y sociales a los que me he ido adaptando con el paso del tiempo, al igual que ha hecho la sociedad. En estos años ha habido muchos avances que valoro de manera muy positiva y que nos han ayudado a modernizar también la forma de trabajar.
-¿Nos puedes contar alguna anécdota?
No sé si se podrá tomar como anécdota, pero en la celebración de Navidad de la empresa, cuando ITE hizo los 25 años, una compañera me agobiaba mucho para que entrara pronto en el salón de actos. Primero me enfadé un poco, pero luego la perdoné puesto que me hicieron un homenaje por mis 25 años en la empresa. Como he comentado, he estado desde sus inicios evolucionando con ITE.
-¿Cuál ha sido el momento más difícil que te ha tocado vivir en ITE?
Como he dicho antes, hay que quedarse con lo positivo, el más difícil prefiero no recordarlo. Pero si he de hacer balance, he de decir que el ITE es una empresa con un compañerismo inigualable y con personas que además de amigas, son compañeras. En la balanza de mis vivencias en el trabajo pesa mucho lo positivo, por ejemplo, con Dirección, siempre me he sentido muy apoyada. Han sido tantas cosas positivas, que los malos ratos que haya podido haber, como los hay en todos los trabajos, no pesan tanto en mi vida.
Sin embargo, si hablamos de uno de los peores momentos para el equipo del ITE, tanto para mí, como para el resto de los compañeros fue el fallecimiento de Raúl, un compañero muy joven que nos afectó a quienes le conocíamos porque era una gran persona. Fue una pérdida tremenda.
-¿Qué será lo que más echarás de menos?
A los amigos y momentos divertidos, que han sido muchos. Sin duda, son recuerdos que se mantendrán siempre presentes, porque como digo, en ITE hemos estado siempre todos muy unidos. Siempre hay grupos con los que tienes más relación, pero a la hora de la verdad, hemos estado muy unidos.
-¿Qué es lo primero que harás cuando te jubiles?
Poner adrede el despertador al día siguiente y cuando suene, darme el gusto de estamparlo. Eso es algo que me encantaría hacer. Vivir sin horarios y no ir a contrarreloj es de lo que más voy a disfrutar cuando me retire.
-Amparo es así, directa y sincera, y sobre eso le hemos preguntado.
Yo tengo mucho genio, eso es innegable, mi genio es muy corto. Pero también es cierto que luego no soy nadie en el sentido de que puedo tener una mala contestación en un momento dado, pero luego no me cuesta nada recapacitar y pedir perdón.
-En todos estos años de trabajo has vivido momentos muy diferentes y a todos has sabido adaptarte. ¿No crees?
Sí, al final aprendes a enfocar tu trabajo en lo que es realmente importante y yo soy una persona de trato fácil. De hecho, me llevo bien con gente de mi edad, pero también con compañeras más jóvenes como Gemma; me resulta fácil relacionarme con las personas. Siempre he pensado que la edad está en la mente.
-¿Has tenido algún problema en el trabajo por ser mujer?
No, para nada. Sí que es cierto que se ha avanzado mucho este tiempo en igualdad y feminismo, pero la verdad es que yo, por fortuna, nunca me he visto discriminada.
-¿Cómo valoras los cambios en igualdad realizados por ITE en los últimos años?
Positivos. Todo cambio a mejor es bueno para el personal y por consiguiente para la empresa. Sin ir más lejos, el tema de la conciliación familiar se ha visto beneficiado con el horario que tenemos en la actualidad. Hace unos años salíamos más tarde, y ahora, lo de acabar a las 15h o trabajar dos tardes me parece que es uno de los grandes avances del ITE para que podamos conciliar el trabajo con la familia, tanto con hijos, como con padres. Porque la familia para mí es lo más importante.
-¿Con qué te quedas de estos años en ITE?
Sé que es muy repetitivo, pero me quedo con las personas que son de verdad y haberlas, haylas. Hay gente con la que simplemente te llevas bien y tienes un trato cordial, pero tener amistades de verdad que son compañeras, para mí es algo que sí echaré de menos.
-¿Tienes pensado venir a visitarnos?
Sí, sí que me gustaría y al fin y al cabo aquí tengo grandes amistades.